El otro día leí que en la segunda parte de una película española habían fichado a David Hasselhoff.
Ilustraban la noticia con esta inquietante fotografía.
Aun me estoy recuperando del shock emocional.
Esa mirada que navega entre la inocencia y la locura extremas. Ese traje trasnochado. Ese pelazo cardado. Ese Kitt, con ese volante siniestro e incomodo. Esa botonera mas falsa que Judas.
Que recuerdos ese "Coche fantástico". Recuerdos de veraneos en el pueblo; de tardes tórridas y sudorosas, en una España sin aire acondicionado, viendo a Kitt a las cuatro de la tarde, con toda la torradera entrando por las ventanas de la casa. Esa música inquietante que anunciaba el comienzo de cada episodio.
Luego David se paso a Baywatch, pero no era lo mismo. Allí la neumática Pamela Anderson le dejaba en un segundo plano, perdió protagonismo y su pelo cardado ...
Pues eso.
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